El teólogo y matemático
inglés Isaac Barrow nació en Londres en 1630 y murió allí mismo el 4 de mayo de
1677. Barrow es considerado por muchos como uno de los matemáticos más
relevantes de su tiempo (sobre todo en geometría), pero históricamente se le ha
dado poco mérito al papel que desempeñó en el desarrollo del cálculo a pesar de
que los métodos que empleaba eran muy próximos a los que se usan actualmente en
esta rama de las matemáticas. Barrow empezó su formación académica en el
colegio Charterhouse de Londres (donde era tan agresivo y combativo que se
cuenta que su padre rezaba a Dios para pedirle que si algún día tenía que
llevarse a alguno de sus hijos, se llevara a primero a Isaac) y completó su
educación en el Trinity College de la Universidad de Cambridge. Fue muy
estudioso y sobresalió especialmente en matemáticas. Tras graduarse en 1648
residió unos cuantos años en Cambridge, luego viajó por Francia, Italia e incluso
Constantinopla, y tras varias aventuras regresó a Inglaterra en 1659. Fue
ordenado al año siguiente, así como nombrado profesor de griego en Cambridge.
En 1662 ocupó el cargo de profesor de geometría en el colegio Gresham y un año
más tarde fue elegido para ocupar la cátedra Lucasiana en Cambridge. Mientras
desempeñaba esta cátedra publicó dos trabajos matemáticos de gran importancia,
el primero de ellos en geometría y el segundo en óptica. En 1669 dejó la
cátedra en favor de su alumno Isaac Newton, quien fue considerado durante mucho
tiempo el único matemático inglés que le ha superado. Durante este tiempo también
escribió, entre otras obras, Exposiciones del credo, Decálogo y Sacramentos. El
resto de su vida fue muy devota pues se dedicó al estudio de la teología. En
1672 fue director del Trinity College, donde fundó
una biblioteca que regentó hasta su
muerte, a la temprana edad
de 47 años. Además de los trabajos ya
mencionados, escribió importantes tratados en
matemáticas: Lecciones de matemáticas (que hablan
en su mayoría de fundamentos de metafísica
para verdades matemáticas), Elementos
de Euclides, Datos de Euclides, Lecciones
de geometría y Lecciones de óptica.
De esta última se dice en el prefacio que el propio
Newton las revisó y corrigió personalmente,
añadiendo ideas propias. Como
hombre, Barrow fue en todos los aspectos
digno de sus grandes talentos, aunque
tuvo una gran vena excéntrica. Ha sido descrito como «bajo de estatura, flaco y
de pálido aspecto», despreocupado en sus vestimentas y empedernido fumador. Fueron
notorias su fuerza y valentía, y se cuenta que una vez cuando viajaba hacia el Este
logró esquivar el ataque de unos piratas gracias a su destreza. Su
predisposición e ingenio le hicieron favorito del rey Carlos II, quien indujo a
sus cortesanos a respetarle aunque no le mostraran aprecio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario