lunes, 2 de enero de 2012

Números primos

Si m y n son dos números enteros y n≠0, se dice que n divide a m si m se puede escribir en la forma m=kn para algún entero k. Si n divide a m, también se dice que n es un factor o un divisor de m y que m es un múltiplo de n. por ejemplo: 36=12*3, luego 3 es un divisor de 36 y por lo tanto 36 es un múltiplo de 3.

Un numero primo p es un numero entero mayor o igual que 2 que solamente es divisible por 1 y por el mismo p. es decir, si p=n*m, con m y n enteros positivos, entonces n y m solamente pueden tomar los valores 1 y p.

Se sabe que existen infinitos números primos, de los cuales damos a continuación una lista de los diez primeros:

2,3,5,7,11,13,17,19,23,29,…

También es conocido que todo numero entero mayor que 1 se puede descomponer como un producto de números primos. Por ejemplo:

122=2*61

400=2*2*2*2*5*5=24.52

81=3*3*3*3=34

385=5*7*11

Y decimos, por ejemplo, que 5, 7 y 11 son los factores primos o los divisores primos de 385.


Si consideras que este artículo ha aclarado tus dudas, te invitamos a dejar un comentario. Gracias.

5 comentarios:

  1. Me luce pedagógicamente pueril, cargado de tautologías. Los números primos deben responder a reflexiones más exigentes, habida cuenta de que estamos en presencia de un caso trascendental. Así, los números primos son, sin lugar a dudas-en Matemática esto es un desaguisado- casos particulares de los n. impares ya que por definición ningún n. par puede ser primo.

    Súmese a eso que no existe la Matemática para el número 1; ella empieza a regir a partir de por lo menos 2 unidades, vale decir, para varios casos numéricos. En este sentido, la omnisciencia de “Dios”, que nos es ofrecido como expresión de la más perfecta unicidad, quedaría en entredicho. (*)

    Digamos que la numeración: 1 y 2; la 1 y -1 o la 0 y 1, es el punto de partida de la matemática de ayer y de todos los tiempos. Por eso, cuando por ejemplo hablamos del pasado, este carecería de la cualidad numeral si la separamos del presente, e igualmente cuando imaginamos el futuro divorciado del presente. Estos comentarios pueden desarrollarse más adelante, a solicitud de parte interesada.

    *.-
    S A D E L A S
    DIOS, El SOLITARIO
    Manuel C. Martínez M.

    Sirios y troyanos, buenos y malos; el yin y el yang, Heródoto; Homero, Mahoma, La Biblia, y todo ese volumen de literatura filósofo-religiosa, bajo una que otra versiones, han tratado la lucha entre el bien y el mal, entre “bárbaros y civilizados” o entre Dios y el diablo (así, hasta con minúscula).

    Tan así es que uno termina creyendo en la existencia real de ambos contrarios meramente estereotipados por literatos interesados, sólo que en esa dicotomía, Dios, eufemismo del bien, es, en respeto de la verdad y sin disgustarnos por ello, presentado como un dechado de virtudes, cargado de fuerzas imbatibles, lleno de belleza, bondad, magníficas intenciones y tremendos aciertos, mientras que a su opositor, a diablo, se le endilga todo género de defectos, de inferioridades, maldades y equívocos.

    Han sido concepciones ultramonoteístas, y metafísicamente interpretadas. Así, el icono estrellado de los judíos consta de seis picos, mientras que el cristiano, de cinco. Mediciones físicamente matematizadas han revelado que la paridad es característica sine qua non de las irradiaciones celestes, y que, consecuencialmente, en la base dialéctica de todos los orígenes de la naturaleza y del hombre necesariamente debió darse una lucha inicial de por lo menos dos contrarios igualmente dotados (dos dioses), y, si como resultado de esa larga lucha, al final, el hecho de que uno prive sobre el otro es una cosa, y que de antemano cada intérprete se juzgue tenedor de la verdad “divina” es simplemente concebir un Dios lúdicamente muy solitario.

    Se trata, entonces, de una lucha mal cazada de partida, y por eso infiero que creer en Dios es como jugar al solitario. En semejante *juego* están basadas las banderas religiosas que afanosamente buscan encauzar al hombre por caminos unidireccionales, y desechan de partida todas las erráticas desviaciones que caracterizan toda la fenomenología universal.
    24-03-09- y 2k2




    .

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  2. Gracias. Más adelante podría abundar sobre estos interesantes números antipares

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    1. Hola, existe un solo número primo par.... es el 2.
      :)

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    2. Es muy interesante destacar, como lo haces, que el número 2 es el único número par con características de primo. Eso significa que reúne en sí mismo la paridad e imparidad , ya que esta se refiere a que el 2 es un número carente de submúltiplos diferentes a la unidad y esto es lo que marca la diferencia entre primos y no primos.

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    3. me gustaría que naciera un genio en nuestra época que encontrara el patrón de los números primos....

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